viernes, 8 de mayo de 2020

PLAN LECTOR. GRADO CUARTO

SEMANA 2

Fichas Infantiles: Ficha infantil de comprensión lectora

SEMANA 3

LOS ALIMENTOS


Lee atentamente el siguiente texto.
¿Dónde es el arroz más importante que el trigo?
      Existen en la Tierra centenares de millones de personas que jamás han saboreado un trozo de pan y que, en cambio, no sabrían vivir sin su diaria ración de arroz. Son los pueblos del Extremo Oriente, de la India, de la China, del Japón y del archipiélago indonesio.
      En las regiones húmedas tropicales, se obtienen dos cosechas anuales de arroz, circunstancia providencial dado que este cereal constituye el alimento principal de la mitad, al menos, de la población mundial. En China, se cultiva desde hace más de 4 000 años, mientras que en Europa lo introdujeron los árabes.
      Los granos de arroz se desarrollan a partir de las flores y están envueltos en una cáscara constituida por unas láminas que se eliminan mediante la monda. Los pequeños granos de arroz son muy ricos en almidón, pero las sales minerales y las vitaminas, sustancias igualmente indispensables para la alimentación, se encuentran en la cáscara exterior y se pierden con la monda. De ahí que las poblaciones que se alimentan exclusivamente de arroz, como ocurre en muchas regiones asiáticas, sufran graves enfermedades debidas a la carencia de vitaminas.
      Al arroz hervido, la cocina china le añade trozos de carne de cerdo, pollo, carnero y pescado, todo ello condimentado con salsa de sojá y jugos picantes; la cocina india, un polvo que se obtiene mezclando distintas especias (curry) y carne de pollo o cordero; y la japonesa, simplemente pescado frito o crudo (sushi) y también verduras.
Referencia bibliográfica: El libro del Dónde.
Responde:

1.   ¿Qué pueblos no saben vivir sin su diaria ración de arroz?
      
2.   ¿Dónde se obtienen dos cosechas anuales de arroz?
     
3.   ¿Desde cuándo se cultiva el arroz en China?
   
4.   ¿Quiénes introdujeron el arroz en Europa?
     
Completa: De acuerdo a la lectura coloca la palabra que corresponde en cada espacio.
1.   Los granos de ________________ se desarrollan a partir de las ________________.
2.   Están envueltos en una ____________________ constituida por unas ______________ que se eliminan mediante la ______________________ .
3.   Los pequeños granos de _____________________ son muy ricos en ________________.
4.   Las _____________________ y las _____________________ se encuentran en la cáscara _____________________ y se pierden con la _______________________.
5.       Muchas regiones _______________________ sufren graves _____________________ debido a la carencia de _______________________.


SEMANA 4

ACTIVIDAD

1. Ingresa al siguiente enlace, lee la historia y luego juega:



2. Lee el texto y responde las preguntas

LA PRUEBA
Paquito era un niño normal, como tú, como el compañero de tu sección, como el vecino del barrio. Como todo niño jugaba, reía, cantaba y estudiaba. Había crecido lo suficiente como para reconocer su edad, demostrando también gozar de muy buena salud.
Ayudaba en casa dejando su dormitorio arreglado, cada objeto en su lugar, limpiando, compartiendo otros quehaceres necesarios. Tenía tiempo para cumplir con las asignaciones del colegio. Su madre sentíase muy contenta por ello. Pero, había algo que corregir en su comportamiento y debería lograrse lo más pronto posible.

Un día llegó una vecina de visita a casa. Mamá, como buena anfitriona, la recibió amablemente, iniciándose una conversación amena, agradable e interesante. De pronto, comenzaron a escucharse unos gritos, apuros, lamentaciones. Paquito había volteado su témpera y armó tal alboroto que daba la impresión que toda la ciudad se estaba enterando de lo acontecido en casa.
- ¡Mamá, mira mamá! ¿Qué hago ahora?
¡Ven... corre... ayúdame! ¿Dónde hay un trapo?... ¡Limpien en seguida el suelo! ¡Mira mi
ropa, mis cuadernos! ¡Mis manos! ¡Mamá...!
Y así continuó Paquito, quejándose, gritando, renegando. La señora que estaba de visita no pudo resistir más: arqueó las cejas un par de veces, puso los ojos en blanco otras tantas, frunció los labios, exhaló un suspiro harto significativo y se despidió fríamente.
Mamá se armó de paciencia, como tantas veces hacen las madres, acudió a remediar los estragos y al terminar le dijo:
- Bueno, hijo mío, ya está arreglado lo de la témpera; pero hay otra cosa que es necesario arreglar.
Y le explicó que no se debe armar tanto alboroto por algo insignificante, sino remediar sus consecuencias con el menor ruido posible.
- Debes tratar que menos gente se entere de lo que sucede y que esta forma de actuar permanezca como norma en tu vida. Hay cosas que sólo nosotros debemos conocer. Por favor, Paquito, entiéndelo que es por tu bien.
Los días transcurrieron. La vida continuó su curso normal. Cada mañana era el mismo saludo a la creación, a la naturaleza. El coro melodioso de los pajarillos seguía siendo transportado por el aire madrugador a todos los confines del universo. El mismo perfume de las flores envolvía cada tristeza y la llenaba de alegría y esperanza.
Llegó el día, en que, en el hogar de Paquito se tuvieron que realizar algunos arreglos necesarios.
Justo el día que empezaron a pintar el comedor, la mesa fue bajada al sótano y cada uno tuvo que acomodarse a las circunstancias.
          Llegada la hora de la cena, todos estaban acomodados, limpios, presentables, como debe ser al momento de compartir la mesa

familiar. Cuando tomaron asiento, se advirtió en el rostro de Paquito un movimiento de sorpresa y contrariedad. Había caído en la prueba preparada por su madre.
Todos inclinaron la cabeza para dar gracias al Padre Eterno antes de comer.
Al levantar nuevamente la mirada, los ojos de Paquito se encontraron con los de su mamá. Sonrió. Había comprendido lo sucedido. Con melodiosa voz y tono muy cortés dijo:
- Permiso. Y se retiró.
La familia siguió comiendo tranquilamente.
¿Qué había sucedido?
      Al momento de sentarse, la sorpresa y contrariedad en el rostro de Paquito se debió a que su silla estaba totalmente mojada. Y ¡sorpresa! No gritó, no alborotó, no dio a entender nada. Sólo su madre y él sabían lo que estaba ocurriendo.
Paquito había comprendido y ejecutado el consejo de mamá. Salió triunfante de la prueba. Una de las tantas pruebas que cada día le iba a presentar la misma vida.
Resolvemos
I.    Escribe una oración con cada palabra.
 a)Ordenado
 b)Exagerado 
 c) Paciencia   
d)Curiosidad     
COMPRENDE LO QUE LEES...
II.   Lee y escribe en el recuadro: "V" si la afirmación es verdadera, "F" si es falsa
a)   Paquito era un niño limpio y ordenado.                    
b)   En todo momento se portaba tranquilo y no exageraba.  
c)   Cuando se derramó la témpera, nadie se dio cuenta.        d)   Su madre le aconsejó que no armara tanto alboroto.                
e)   En la casa le prepararon una prueba.                                       

DA TU OPINIÓN O EMITE UN JUICIO...
III. ¿Paquito hacía bien en gritar exageradamente? ¿Por qué?
      
IV.  ¿Aprendió la lección preparada por su madre? ¿Por qué?
      
DESARROLLA TU CREATIVIDAD...
V.   Si tuvieras un grave problema.
      a)   ¿Qué harías?
            
      b)   ¿Qué aconsejarías a tus amigos?



SEMANA 5


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SEMANA 6

ACTIVIDAD EVALUATIVA 


Ingresa al siguiente enlace, descarga el documento y desarroola la actividad:

TERCER PERIODO

SEMANA 2

Lee el texto y responde las preguntas:


LA SEÑORITA FABIOLA


Yo aprendí el abecedario en casa, con mamá, en una cartilla a cuadrados rojos y verdes, pero quien realmente me enseñó a leer y escribir fue la señorita Fabiola,  la primera maestra que tuve cuando entré al colegio.
Es por ello que la tengo tan presente y que me animo a contar algo de su vida, su triste, oscura y abnegada vida, tan parecida a tantas otras vidas de las que nada sabemos.

Aparte de ser nuestra maestra en el colegio, era amiga de la casa, pues vivíamos en Miraflores, en calles contiguas. Como la escuela que frecuentábamos se encontraba en Lima, mis padres le pidieron que nos acompañara en el viaje, que entonces era complicado, ya que había que tomar ómnibus y luego tranvía. Todas las mañanas venía a buscarnos y partíamos cogidos de su mano. Gracias a este servicio que nos prestaba, mis padres le tenían mucho aprecio y una o dos veces al mes la invitaban a tomar el té.

Pasado un tiempo, la señorita Fabiola se mudó a Lima con su mamá y su hermana mayor, a un departamento que estaba muy cerca del colegio. Por nuestra parte, fuimos matriculados en un colegio de Miraflores. Así, Fabiola dejó de ser nuestra maestra y nuestra vecina, pero nuestro contacto con ella se mantuvo.

Una noche la invitamos a cenar. Como el ómnibus se detenía a varias cuadras de la casa me encargaron que fuera a buscarla al paradero. Yo fui con mi bicicleta con la intención de acompañarla lentamente. Pero cuando la señorita Fabiola descendió del ómnibus la vi tan chiquita que le propuse llevarla sentada en el travesaño de mi vehículo. Ella aceptó, pues las calles eran sombrías y no había testigos. Ella se acomodó en el fierro y emprendí el viaje rumbo a casa.

Antes de llegar había que dar una curva cerrada. Tal vez el piso estaba húmedo o calculé mal la velocidad, pero lo cierto es que la bicicleta patinó y los dos nos fuimos de cabeza a una acequia de agua fangosa.
Cuando llegamos a casa, mis padres se pusieron furiosos y me enviaron esa noche a comer a la cocina.

Volví a ver a Fabiola solo una vez, muchísimos años más tarde. De su cartera extrajo uno de mis libros y me lo mostró, diciendo que lo había leído de principio a fin -estaba en realidad subrayado en muchas partes- añadiendo que estaba feliz de que uno de sus viejos alumnos fuera escritor. Me pidió, como es natural, que le pusiera una dedicatoria. Traté de inventar algo simpático y original, pero sólo se me ocurrió: "A Fabiola, mi maestra, quien me enseñó a escribir". Y tuve la impresión de que nunca había dicho nada más cierto.

JULIO RAMÓN RIBEYRO

1. Escribe (V) si es verdadero o (F) si es falso, según la lectura.

La vida de la señorita Fabiola era muy alegre.
La señorita Fabiola vivió primero en Miraflores y luego en Lima.
Cuando la señorita Fabiola se cayó de la bicicleta llevaba una carterita y un sombrero.
La señorita Fabiola estaba muy contenta de que uno de sus viejos alumnos fuera escritor.

2. Piensa y responde.
¿Por qué crees que el autor termina el cuento diciendo: "Y tuve la impresión de que nunca había dicho nada más cierto".
3. Marca la respuesta correcta.
a) Los hechos son narrados por: 
La señorita Fabiola el autor

b) El relato se encuentra en tiempo:
presente
 Pasado


Busca en el texto una expresión que demuestre lo que has marcado en cada caso.

4. Valoración

a) ¿Qué valores demostró el personaje de la lectura?
b) ¿Si tú fueras el protagonista hubieras actuado de la misma manera? ¿Por qué?
c) ¿De qué forma puedes demostrar cariño y aprecio a tu maestra?


TERCER PERIODO. GRADO 11

SEMANA 1 LA POESÍA ROMÁNTICA Observa el video https://youtu.be/htMLijBG8nc ACTIVIDAD   1.      Menciona ...